Diciembre suele imponer una narrativa de felicidad obligatoria, pero en la consulta diaria observamos que algo distinto se mueve en nuestro interior: una mezcla de cansancio, nostalgia y, muchas veces, una autoexigencia ilimitada.
Como mencionamos en nuestro artículo sobre el alto costo de poder con todo, la presión por cerrar el año "perfectamente" puede ser agotadora. Las fiestas funcionan como un espejo emocional: nos muestran con nitidez las ausencias, los cambios en los vínculos y aquellas versiones nuestras que quedaron atrás.
¿Qué hacer si no te sentís "feliz" en estas fechas?
Es fundamental desmitificar la idea de que existe una única manera correcta de transitar el fin de año. Aquí te comparto tres pilares para cuidar tu salud mental en esta temporada:
- Validá tu emoción: Si sentís nostalgia o tristeza, no significa que estés "mal". Significa que sos humano. No intentes tapar el malestar con una sonrisa forzada.
- Cuestioná el balance obligatorio: No tenés que cerrar diciembre con todas las respuestas. A veces, salir del modo automático y simplemente permitirte sentir es el mayor logro del año.
- Establecé límites saludables: No tenés que asistir a cada reunión ni cumplir con todas las expectativas externas si eso compromete tu paz interior.
"Tal vez, más que cerrar el año 'bien', se trate de cerrarlo con conciencia y empezar el próximo siendo un poco más compasivos con nosotros mismos."
Cerrar ciclos con amabilidad
Si estas fechas te encuentran con un malestar persistente o difícil de sostener en soledad, recordá que pedir ayuda no es una debilidad, sino un acto de profundo cuidado personal. Poner en palabras lo que pesa es el primer paso para transitar los cierres desde un lugar más amable.
¿Necesitás un espacio para vos?
Si sentís que las emociones de este cierre de año te sobrepasan, te invito a que trabajemos juntos en un espacio terapéutico seguro y profesional.
También podés contactarme directamente para sesiones presenciales en Rosario del Tala.

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