¿Alguna vez te has preguntado si esa persona que irradia seguridad en realidad está escondiendo una gran inseguridad? 🤔 En la psicología, el exceso de confianza no siempre es una señal de fortaleza, sino una armadura que usamos para protegernos de nuestras propias vulnerabilidades.
Muchas veces, cuando nos falta amor propio o no recibimos el afecto que necesitamos, creamos una versión "perfecta" de nosotros mismos. Una versión que no tiene miedo, que no se equivoca y que, aparentemente, no necesita a nadie. Pero, ¿qué pasa detrás de esa fachada?
Esa hiperconfianza es en realidad un mecanismo de defensa. Una forma de decir: "Si no me amas, no me importa, porque yo soy suficiente". Sin embargo, es un ciclo agotador y solitario. La verdadera confianza nace del amor y la aceptación, no de la necesidad de demostrar algo.
La solución no es dejar de ser seguros, sino aprender a ser vulnerables. Aceptar que somos imperfectos y que está bien no tener todas las respuestas. Solo así podremos construir relaciones genuinas y encontrar el verdadero amor: el que viene de dentro